Recuento

Recuento…

(…  Mr. Hayes)

En tus ojos grises, profundos e infinitos encontré el amor más grande que jamás me amara. Me llevaste a tu mundo, para convertir en cuatro mis dos estaciones. Me regalaste una primavera plagada de rosas blancas y un otoño malva en cada noche fría, con cada hoja seca.
Entre tragamonedas y luces de neón, te robaste a la niña de los ojos curiosos, plagados de miedo… y le plantaste el mundo en los bolsillos. Hiciste más amplios todos mis caminos y sobre tu roca, afirmaste mis pasos.
Me entregaste a la fuerza de tus brazos de acero, mientras le hacías el amor a mi espalda, en el último piso de un rascacielos, a pleno mediodía, en esa Gran Manzana… para mezclar mi gloria con la del cielo mismo.
Me bañaste de Blues una noche de luna, de luna llena… en las calles de Nueva Orleans. Embriagados de saxos y huracanes, develaste mis máscaras en un Jazz de caricias, hasta hacer melodía mi última lágrima.
Mudaste a mi corazón todo lo tuyo, y a cal y canto cerraste todas las rendijas… para que nada empañase tu memoria, ni el polvo del olvido que llega con el tiempo.
Es mucho lo que cargo de ti, en mi sangre diluida por la tuya… ahora que finalmente me encuentro de regreso… mis pasos hacia el sur, al verde de mi eterna esperanza… a las arenas que marcaron el destierro de esta media isla solitaria que soy.
¡Vuelvo a mi tierra!

© Ada Hayes / 2002 Jazz